A finales de 2019, el director del Orfeón Complutense contactó conmigo para registrar en vídeo el concierto de Navidad de ese año. Necesitaban dos vídeos independientes que separasen las dos mitades del concierto: el Magnificat y el Oratorio de Navidad.
Dada la magnitud del proyecto y la duración de los vídeos, comencé un proceso de preproducción basado en la consecución de material de apoyo audiovisual, el estudio del espacio de rodaje y la programación del concierto y el contacto con un técnico de cámara al que contraté para que me ayudara a manejar tres cámaras al mismo tiempo.
No quise escatimar en planos. Necesitaba un montaje dinámico que acompañara la emoción y el ritmo de las piezas de Bach. Por esto, organizamos la grabación del evento de forma que pudiésemos tomar planos desde cada ángulo sin dejar de cubrirnos las espaldas con planos más generales. Conseguimos el resultado que buscábamos sin dejarnos los brazos en el intento (para la próxima tendremos más en cuenta el factor trípode).
El proceso de postproducción fue, dada la duración del metraje, larguísimo y bastante pesado. No sé cuántas horas y días pude pasarme frente al ordenador, pero el resultado mereció la pena.
Ambos vídeos se publicaron en el canal oficial del Orfeón Complutense en YouTube.
Créditos a Alejandro Areta Fernández, técnico de cámara con el que compartí la fase de grabación.

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